El transporte de viajeros en autobús resiste

El transporte de viajeros en autobús está resistiendo el desafío del tren y de las nuevas formas de competencia que van apareciendo. El primer modo de transporte público de pasajeros español es el autobús, que mueve a casi 3.000 millones de personas al año. Estas cifras representan dos de cada tres viajeros del transporte público interurbano o 1.134 millones de personas y el 60 por ciento de los usuarios urbanos con 1.651 millones. El autobús mantiene estas cifras millonarias pese a haber perdido 523 millones de viajeros entre los años 2007 y 2015. Parece que se ha invertido la tendencia, porque la leve recuperación del consumo interno ha devuelto clientes a la carretera en el segundo semestre de 2015 y parece anticiparse un crecimiento del sector en el año 2016.
Más de 3.400 empresas con casi 50.000 autobuses y 80.000 empleados explotan el transporte rey, que facturó 4.900 millones de euros en el pasado año 2015. Pero se han quedado por el camino más de 425 empresas y 14.000 empleados entre 2007 y 2015 debido a la crisis, la entrada de nuevos competidores y la caída de las subvenciones a las líneas deficitarias. Aunque la rebaja del precio del gasóleo y la subida del precio de algunos billetes han jugado en favor de la facturación, que apenas ha caído un 6 por ciento desde el año 2007.

El transporte de viajeros en autobús resiste
También han influido los duros rivales que le han salido al autobús, y es que la pérdida de empleo ha dejado a muchos viajeros en sus casas. Otros han cambiado el autobús por BlaBlaCar o el tren. Y es que el AVE ha entrado a competir con el bus desde que en 2013 se lanzara una campaña de ofertas, con precios muy inferiores a su coste. Rafael Barbadillo, presidente de la Confederación Española de Transporte en Autobús denuncia que “en BlaBlaCar, buena parte de sus conductores realizan viajes a destinos muy demandados por ganar dinero, y no porque deban hacer el trayecto. Es un negocio encubierto que no paga impuestos e incumple la normativa del transporte. Nosotros tenemos demandada a la plataforma BlaBlaCar. En ambos casos es una competencia desleal.”
Por otro lado, la quiebra del sistema de subvenciones es un problema mayor para el sector. Y es que más del 80 por ciento de los ingresos proceden de las líneas regulares de viajeros, consideradas como un servicio público por la Ley del Transporte Terrestre de 1987, y explotadas mediante concesiones otorgadas por las tres Administraciones, que subvencionan las líneas deficitarias para mantener el servicio. Las empresas privadas aguantan las líneas deficitarias porque no pueden dejar sin servicio a poblaciones donde el autobús es el único modo de transporte público.